¿Hay bosques en el mar? ¿Cómo pueden ser los bosques marinos a grandes profundidades, donde la luz no llega? Descúbrelo con este taller, en el que nos adentraremos desde la orilla del mar en un viaje por el fondo marino del mar Mediterráneo, porque queremos que los participantes descubran por sí mismos las semejanzas, tanto en estructura como funciones y procesos, que hay entre los bosques terrestres y los bosques marinos. Queremos dar a conocer los bosques marinos e intentar promover que, de esta manera, la sociedad los quiera y ayude a conservarlos.
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Los bosques del mar – De Tierra o de Mar: bosques de plantas vs bosques animales
Los océanos son el mundo de la oscuridad. A partir de unas decenas de metros la luz que llega a la superficie del mar se extingue. La claridad va disminuyendo poco a poco a la vez que los diferentes colores del espectro también se van extinguiendo (primero el color rojo y finalmente el azul). En el Mediterráneo la luz penetra más allá de los 200 m de profundidad en aguas transparentes como las de las islas Baleares y no más de 50 metros en zonas costeras donde hay mucha turbidez o carga de partículas. Mientras hay luz, la vida vegetal puede desarrollarse y es común encontrar en los fondos marinos praderas de algas y bosques de fanerógamas. Pero cuando comienza el mundo de la oscuridad, la vida de algas y plantas desaparece, y los fondos marinos comienzan a ser exclusivamente colonizados por una vida animal muy rica. Una parte muy importante de esta vida la forman los animales más antiguos que hay en el planeta: invertebrados como esponjas y cnidarios (corales, gorgonias, etc). Estos animales son sésiles y forman también praderas y bosques, por eso decimos que los bosques del mar son mayoritariamente de animales. Hay bosques de animales hasta más allá de los 3000 metros de profundidad, y los podemos encontrar por todo el planeta.
La existencia de los bosques de animales es conocida ampliamente entre los investigadores, pero aún poco conocida por la sociedad en general. Es un buen ejemplo del desconocimiento que tenemos de los océanos y representa una gran oportunidad para acercar a la sociedad uno de los aspectos menos conocidos de la vida marina. Además, hemos creído que quedarnos sólo en mostrar la existencia de estos bosques y explicar su importancia en los océanos no es suficiente para acercarlos más a la sociedad, así que os proponemos una manera diferente de participar en conocerlos y estudiarlos: las analogías.
El propósito de este taller es hacer un viaje por el fondo del mar, observando y estudiando las analogías que encontramos con el medio terrestre, para que a partir de la propia observación del mundo que nos rodea y utilizando nuestra imaginación podamos observar y estudiar mejor los mares y océanos. Queremos que los participantes descubran por sí mismos las semejanzas tanto estructurales, como funcionales o de procesos, que hay entre los bosques terrestres y los bosques marinos. Por ello, a partir de un juego de imágenes pertenecientes a bosques terrestres y bosques marinos, los participantes deberán encontrar parejas, pensando y estableciendo analogías entre unos y otros.
Sostenemos que dar a conocer estos bosques marinos es importante porqué los humanos somos observadores visuales y generalmente sólo lo que conocemos o podemos ver tenemos después la voluntad de conservarlo o protegerlo.
Duración aproximada del taller
Entre 20-30 minutos (presentación + vídeo) y 1 hora (incluye charla de 45 minutos).
Montaje
Aproximadamente 1 hora. Se debe tener en cuenta este tiempo de montaje a la hora de planificar la actividad. Se requiere el mismo tiempo para el desmontaje.
Materiales que ofrecemos para el taller
Opcional:
Requerimientos técnicos del centro que quiera recibir el taller
Para la carpa:
Para el juego de las analogías:
Para el juego de la fecundación:
Para la charla: